martes, 2 de septiembre de 2014

Y cerró Medea

     Diseñé una trilogía de tragedias griegas con nombre de mujer para una experiencia teatral en la cantera restaurada del Monte Coto. Antígona (2012), Electra (2013) y Medea (2014). Podía haber fallado a la primera, o a la segunda, pero se ha completado y estoy satisfecho/sorprendido. En una próxima entrada hablaré de la valoración de esta locura-experiencia-trilogía. Ahora me centro en Medea.
     Cuando abordé el texto de Eurípides tenía ante mi el reto de encontrar a una protagonista que estuviera al nivel de Sandra y Selena, que tan buen sabor de boca me/nos dejaron. Hablando con Belén Jara dejé caer la propuesta y sin vacilar aceptó. En ese momento tenía más de la mitad del éxito asegurado. Pero quedaba superar otras metas. Después de ver Hécuba en Alicante, me empeciné en que el coro cantara a capella una composición que diseñaríamos César Pérez y yo para el estreno. Yo le di la idea y él la pasó a los pentagramas y a su cuidada dirección. Era muy ambiciosa esta propuesta. He de reconocer que no las tenía todas conmigo. Pero cuando vi los ensayos en la cantera, con su sonoridad y la mezcla de recitado/canto, supe que había superado este reto. Pero el coro tenía a Estrofas y Antistrofas recitando y a una parte actuando a pie de cantera. Lo habia dividido en tres partes y todas estuvieron conjuntadas.
      Y el reparto, una vez más, superaba las dos docenas entre actrices/actores y músicos. Y aposté por Reme "la Pajela" para el papel de Nodriza. Había estado en los dos coros anteriores, pero su dedicación y su buen hacer estaba pidiendo a gritos un papel de reparto. Y lo defendió con creces. Y Sergio, que es el mejor actor labrado en la cantera, puso el empeño y su amor en volver a triunfar. Y lo consiguió. Incorporé con éxito a Andrés Puche, que en sus años mozos hizo pinitos teatrales en su Yecla natal de la mano del primer escenógrafo que tuve en Yorick en 1995, Paco Azorín, en aquel Rey Lear. que se representaba en la Iglesia Vieja a la luz de cientos de velas. Hice más cambios en la propuesta textual al hacer presente en la función a Glauce, personaje extraescénico en el texto de Sófocles. Y faltaba  Creonte, el rey de Corinto, y Jasón, esposo de Medea, para completar el reparto. Y tras varios desencadenantes, en el programa aparecimos Óscar Calpena y yo. A Óscar mi agradecimiento por su entrega y su resolución. Y de mi, solo diré que no medi suficiente la incompatibilidad que supone actuar en un personaje de tanta magnitud como Jasón y dirigir la obra. En algunos momentos me vi superado por la dualidad, pero he de decir que disfruté del papel y de dar la réplica a la maravillosa actriz que es Belén Jara.
     Tercer reto superado. Mis últimás palabras para nuestra Medea. Excelente, un lujo, una interpretación para guardar en los anales del teatro. Mi reverencia.
     Y sabemos que al margen del reparto hay mucha gente. Mar al violín, el conjunto de aposentadores y colaboradores que hacen de las representaciones una normalidad. Protección Civil, Policía Local y los voluntarios mediombientales dieron soporte al contingente que cada tarde se desplazaba a la cantera.
     Y las/os que se perdieron esta Medea, lo siento por ellas/os. Tuvieron un trozo de cielo en la cantera y no disfrutaron de él. Al año que viene, más.