Perplejidad

     Me he quedado a cuadros. ¿Que este blog tenga dos días y que ya haya sido utilizado como arma arrojadiza en un Pleno? No salgo de mi asombro.

     De este pormenor no quiero escribir mientras no tenga referencia exacta de lo que pasó. No me valen los comentarios partidarios, porque distorsionan la realidad. De momento se que se hizo una mala interpretación de lo manifestado. Pero eso es mal común, hay tergiversadores que hacen de una puta una pura (solo con cambiar una letra) y un cuño de un coño (idem). Y si además son representantes del pueblo, pues no te quiero decir más.

    Yo escribí, que deseaba lo mejor (mayoría absoluta incluída) para una lista, y parece que se interpretó como que no quiero a un candidato. ¡Oh, paradoja! El que yo no esté en una lista no va ser cortapisa para que desee lo mejor para ella. No me gusta el rock de Os Resentidos, lo siento.

    De las frases célebres, destaco la de de Eugène Ionesco, dramaturgo francés de reconocido prestigio; "Solo valen las palabras. El resto es charlatanería". Y de eso en los Plenos hay...

     ¡Ay, si no estuviera la tele! Esa demagógica reunión sería otro cantar. Porque si lo hablan todo en las comisiones informativas, ¿por qué dura un Pleno con un solo punto, más de tres horas?

     De la tele local, ya parlarem, que esa es otra. Pero no nos amontonemos.

     Para finalizar diré que este blog no es una plataforma ni un mentidero político. Aquí expresaré y publicaré cosas de teatro, de cine, de poesía (que me encanta). A los que busquen en este espacio morbo y sandeces, les digo que lo borren de sus marcadores. Lo que pasa es que he tenido la mala suerte de inaugurarlo un día antes del primer Pleno del 2011. Y que una "chinica" haya sido utilizada en una catapulta. Todo un despropósito.

     Mi particular código deontológico de funcionario no me lleva a exabruptos ni a empezar melones. Cuando se comenta una melonada, es que ya corre de boca en boca por los voceros del pueblo.