miércoles, 12 de septiembre de 2012

Independencia, legalidad,...

     Hay palabras que nunca es hora de pronunciarlas. Cuando las cosas van bien, hablar de independencia parece baladí: ¿pero no estamos bien?, dicen. ¡Que manera de complicarlo todo! Cuando las cosas van mal parece un insulto: ¡con la que está cayendo!, dicen. ¡Ya es ganas de complicarlo todo!
     Entonces, ¿cuándo Cataluña, el País Vasco, y quien quiera, puede plantear la independencia? Para los españolistas, nunca.
     Si ayer en Barcelona se manifestaron más de un millón de catalanes, extrapolo que si hubiera un referendum lo ganarían los independentistas. Por poco margen, pero por mayoría, creo. ¿Por qué ponerle puertas al campo? ¿Por qué negar la evidencia? ¿Por qué no podemos ser un estado federal? Lo son U.S.A., Reino Unido, México, etc... No lo entiendo. Si el Estado de las Autonomías es casi un estado federal, acabemos la faena. La Autonomía que quiera se federaliza y el resto a la una, grande y libre,sin  leyes distintas, ni presupuestos distintos, ni lenguas distintas. Al adocenamiento, que también es una opción.
     Cambiando de tercio y mezclandolo todo un poco, que es el reflejo de la vida diaria, ¿para cuando la gente dada de alta obligatoriamente en su trabajo, como pasa en Francia, por ejemplo? Cuando más se agudiza la crisis, más economía en negro. Autónomos que se dan de baja y trabajan en negro, gente dando clases particulares a veinte euros la hora ganando más que un profesor con  las oposiciones aprobadas, más clandestinos que un maquis, negocios que son rentables y que al pairo del viento dominante, despiden a sus empleados aunque siguen trabajando en su mismo puesto, pero sin cobertura legal. Gente que se jubila y que sigue haciendo lo mismo, pero con dos sueldos, uno ilegal.
     Al final solo los trabajadores fijos, funcionarios, policías, médicos, maestros, son los que soportamos el apelmazado estado del bienestar. Con más parados, con más jubilados, con más economía sumergida, cada vez más complicado. Con más deuda, con más recortes, con más insolidarios. Mal pinta esta baza, mejor no apostar.
     ¿Dónde coño están los inspectores? Porque salir de Elda, salen a Pinoso a ver el panorama, pero antes de pasar por el Mañá, el chivatazo está en las fábricas y no produce efecto la visita. ¿Y esto que conoce todo el mundo, no lo saben en Inspección de Trabajo?
      La solución no pasa por abordar puntualmente un problema, ha de ser como en Francia, que no se concibe un puesto de trabajo clandestino.
      Es como en España, el tema del cinturón y el casco en tráfico. Hace unos años, pocos o nadie se abrochaba el cinturón en el coche y se ponía el casco al conducir una moto. Ahora es prácticamente inconcebible el eludir estos dos sistemas de seguridad. Recuerdo que fueron las campañas de información y las multas las que hicieron general el uso.
     ¿Necesitamos el garrote para ponernos tiesos?
     Y regreso al principio. Si hay gente que se quiere independizar, adelante con los faroles, fotre.
    

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