viernes, 4 de marzo de 2011

6 de marzo

    Siempre que me lo contaba mi abuela Julia, creía que era una fábula, un invento, pero no era así. Ella le daba énfasis a una maleta con "dobletas" de oro que cayó del avión y que un monovero recogió y le cambió la vida. Mi tía Julieta zanjaba el relato con su carácter seco: Mare, no li conte eixes coses al xic! Això son "cuentos"!
     La abuela Julia se rebelaba diciendo que Negrín y la Pasionaria habían volado desde el Mañà y que eso era así. Claro, en los libros de texto no aparecía nada de la verdad histórica reciente, ni yo no había visto nunca ningún aeropuerto, ni rastro de él en el Mañà, que aunque era un lugar ideal por la planicie, no había vestigio de una mísera torre de control en los actuales bancales de uva monastrell. Yo no sabía que Negrín era el apellido del último presidente de la II República Española, e imaginaba a mi corta edad que era un apelativo cariñoso de un negrito que acompañaba a Pasionaria.
     Cuentos al margen, un 6 de marzo salieron unos cuantos aviones llevando en sus escasos asientos al presidente José Negrín, a Dolores Ibárruri, a Rafael Alberti y a otros/as más, camino del exilio. Nuestra comarca fue el último reducto de un gobierno legítimamente ganado en la urnas.
    En el último avión viajaba Ramón Soliva, padre de mi amigo Jorge Soliva -arquitecto de la Casa de Cultura de Pinoso- militar catalán que destacó en la defensa de la II República. De él hablaré.
    En la pedanía de "El Fondó" hay un monolito que recuerda el hecho histórico. El domingo 6 de marzo será visititado por quien quiera rendir homenaje. En la rotonda del Manà que enlaza con el Fondó se podría decorar con un avión como los que salieron aquel 6 de marzo de 1939 y que recordaría el lugar, y de paso recuperar la posición "Yuste" en el caserón encerrado en la pinada frente a Bocopa, en Petrer.

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