martes, 10 de enero de 2012

Chinchilla

     Cuando no había empezado la crisis, que también muerde y especialmente se ceba el el teatro, ocurrió este despropósito.
     Una compañía va a actuar a Chinchilla para intentar una gira por los teatros de Castilla-La Mancha. De hecho cuatro programadores que son los encargados de evaluar los montajes, deben acudir a la función y manifestarse al final de la misma. Si supera la compañía el fielato (RAE: oficina a la entradas de las poblaciones en la cual se pagaban los derechos de consumo), unas cuantas funciones están aseguradas por las tierras de don Quijote.
     Y a primeros de septiembre allá que va la compañía "quijotera" (porque no se puede hacer más el mirlo) a Chinchilla, con la obra publicitada a "torrecolló", se llena el teatro y la gente paga su entrada a seis euros por lo que se recauda unos 3000 euros. De los cuatro programadores solo acude uno, -el de Chinchilla- porque los otros tres excusan su asistencia a última hora.
     Se interpreta la función, el público aplaude a rabiar, sale del teatro alabando la puesta en escena, pero la compañía se vuelve de vacío: sin un euro y sin contratos porque el único programador no emite veredicto.
      Los receptores del chollo no le dan a la compañía ni para los gastos, ni para la cena. Al pueblo de vuelta con el rabo entre las piernas. Los reverendos del Ayuntamiento de Chinchilla no solo han tenido una obra gratis, sino que se ha quedado con las "perras". La compañía ha hecho el canelo, y el teatro el negocio más limpio que he visto yo en la farándula, y ya llevo años.
      Y esto se hizo, repito, cuando no había empezado la crisis. Ahora se ven de estas y mejores, ya contaré alguna en próxima entrada.
     Digo que en especial el teatro sufre la crisis porque los Ayuntamientos, algunos morosos infames, al último que pagan, es al artista. Y en este caso no pagan, lo chulean.
     ¡Coño! Si no hay intención de pagar no contrates, no saques la barriga, no jodas. Es como si los artistas no comieran, no tuvieran familia, la gasolina se la regalaran y estuvieran exentos de impuestos.
     Pagar se paga primero a los  trabajadores, proveedores, asesores. Y a los artistas que les den.
     No hay dinero, pero para las fiestas siempre queda. No he visto a ningún pueblo con problemas económicos suprimir las fiestas. Que una Corporación diga: este año no hay moros y cristianos, o fiestas patronales, o navidad. Para eso siempre habrá, aunque a los artistas no se les pague. La seguridad privada, los seguros, las paellas gigantes, los grandes conciertos, esos si cobran a pie de escenario, pero el resto de mortales se la ve y se las desea para recibir lo contratado.
     Una pena.

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