Arco iris

     Siendo Fraga Iribarne ministro de Información y Turismo de la dictadura, promovió para evitar el intrusismo profesional entre los músicos, que estos obtuvieran el carné de músico profesional.
     Tuvo la Tureskan que desplazarse a Murcia a pasar una prueba ante un Tribunal que concedía el necesario carné para seguir ganándose la vida tocando en las fiestas de los pueblos. Subieron en la furgoneta cargando cada uno su instrumento, una calurosa mañana de verano. Llevar la trompeta para Juanito no era mayor problema, ni el saxofón a Vicent "el de la llum", Maxencio no debía llevar nada porque piano había en el Conservatorio donde se hacía el examen. El verdadero problema lo tenía el "Chavarrí" que hubo de cargar con su contrabajo y bajo un sol de justicia pasearlo por Murcia, desde donde dejaron aparcado el coche hasta el lugar de la cita.
     La prueba era bien sencilla. Entraba un músico y le hacían tocar una escala -do,re,mi,fa,sol,la,si,do,si,la,sol,fa,mi,re,do- y si lo hacía bien ya tenía el carné que se expedia al momento. Llega el turno del "Chavarrí", que tocaba el contrabajo de oído, que lo tenía y muy bueno, y le piden una escala. Levanta el pie derecho, se queda como una zancuda, y bom, bom, bom, va desgranando las notas con su gracia característica. Tanta derrochó que el examinador le dice: - Y ahora, con arco.
     Y la frase para la posteridad, con arte, con salero. Le suelta el "Chavarrí": ¿Arco? ¡Arco iris!

     (He de hacer constar que el "Chavarrí", en la Unión Lírica tocaba la tuba y con partitura, era un músico como mandan los cánones, pero el la Orquesta Tureskán tocaba el contrabajo de oído. Fuera cual fuera el ritmo de la canción decía: "Vosatros comenceu, que jo m'agarre" y así llegaron a acompañar hasta Machín. Ah, otra cosa, no sabia afinar el contrabajo, por lo que él siempre estaba afinado. Decía que unas cuerdas tan gordas no se desafinaban nunca. Era el resto de la Orquesta, el que debía cogerse al "la" que daba el contrabajo.)