Eclesiástico cruel

     Libro canónigo atribuido a Salomón, pero en realidad es muy posterior a él. En la versión griega lleva el título de: Sabiduría de (Jesús, hijo de) Sirach. El título de Eclesiásticus de la Vulgata Clementina, usado en la Iglesia Latina desde el tiempo de San Cipriano, se debe al uso que hacía de él la primitiva Iglesia para la instrucción de los fieles: era el libro de la Iglesia, por excelencia (sic). El libro del Eclesiástico es el último de los Libros Sapienciales que precede a los Libros Proféticos del Antiguo Testamento.
     Releyéndolo y al pairo de las otras doctrinas monoteístas que inculcan o aplauden el castigo como prevención o terapia y que tantas ampollas han levantado y levantan en páginas de periódico, he tenido la paciencia de entresacar algunas citas las cuales reproducidas literalmente pueden servir para la reflexión y la conclusión que en el fondo ni los musulmanes son tan drásticos como parece ni nosotros alcanzamos la perfección solo por el don de haber sido bautizados en una fe distinta a ellos.
     Todas las citas son de este Libro y al final el paréntesis nos llevará al capítulo y al versículo de referencia. Un poco crueles si son:
     El que ama a su hijo le prodiga azotes – y más tarde tendrá en él su alegría- (30,1) No rías con él, para no llorar con él –acabarás rechinando de dientes (30,10) Doblega su cerviz mientras es joven –túndele las espaldas cuando es niño, -no sea que se haga díscolo y te desobedezca.- y por ello tengas que sufrir (30,12).
     Al asno, forraje, palo y carga; al criado, pan, corrección y trabajo (32,25). Yugo y bridas doblegan el cuello, -y al mal criado azote y examen (32,27) Ponle a la tarea como le corresponde,- y si no obedece-, métele en el cepo (32,29).
     Grillos en los pies es la disciplina para el tonto, -esposas en su mano derecha- (21,19)
     Como anécdota, para un cómico, resulta gracioso el versículo 4 del capítulo 9: No tengas trato con cantante.- no sea que en sus artes quedes preso-. ¡Qué fama teníamos ya, Dios mío!
     De todas maneras recomiendo la lectura del Eclesiástico porque es muy amena, y aunque parece todo trasnochado, tiene máximas aplicables a la sociedad actual. Tan solo una cita. Entre piedra y piedra se clava la estaca. – y entre venta y compra se mete el pecado (27,2).
     Jesucristo vino al mundo para abolir el viejo testamento, pero la Biblia sigue siendo como el Corán, o la Torá, el libro guía de muchos creyentes. Doctores tiene la Iglesia.