domingo, 8 de mayo de 2011

El senyoret Tornillo (III)

     Enrique, el senyoret, continuó con sus historias con la barbería llena y el forastero afeitándose, que ya tenía los ojos como platos, tal era su asombro.
     Hace unos días estaba yo en La Capellanía (la finca de la familia) haciendo la siesta a la sombra del olmo, cuando me despierta una bicicleta que venía por el camino.
     - Xé, on anirà este? pensé yo. Pero no lo había perdido de vista cuando tres o cuatro más, en pantalón corto, que aparecen por el camino.
     - Pos collons! Miro de nuevo y diez o doce más y otro grupo que toma la curva de arriba. Yo quise saber que era todo ese movimiento de gente a esa hora de la siesta, con tanta calor como hacía. Así que me puse las "llacamas", cogí la galga (su bicicleta) y me pongo a "menar". Adelanto a los últimos que habían pasado, ahora otro grupo, después cinco o seis, así poco a poco me puse el primero y gané la vuelta a España.
     - Si, senyoret? dijo un abobado.
     - Allí tiene la mujer la copa. En la alacena la ha puesto.
     El forastero que se afeitaba le entraron unas ganas de dar un grito... Pero aquello no acabó ahí.
     (continuará...)

No hay comentarios:

Publicar un comentario