martes, 21 de febrero de 2012

El polígono del mármol

     ¡Qué vergüenza da echar una mirada a la izquierda yendo del Rodriguillo a Algueña! Hace juego con el entorno hostil del saladar, un polígono semidesértico donde la nave de Arístides y alguna más son oasis.
     Nunca se debería haber intentado en ese terreno. Cuando ya el setenta por ciento de los camiones de mármol bajaba del Coto y pesaba por la báscula de Algueña, intentar ir a contrapelo poniendo un polígono por el Faldar fue una decisión equivocada.
     En la megalomanía del alcalde de turno se afirmó como punto de partida, que todo estaba vendido y que aquello era un éxito. Las empresas Máñez, Bermármol y Marcotsa, se quedaron "de boquilla" con las mejores ubicaciones del terreno y dejaban algunos solares, las migajas, para otras empresas. Y a día de hoy se constata que ninguna de la tiara ha colocado sus reales en el Faldar. Aquello era una posición para apropiarse del polígono y que no entrara nadie sin credencial. Pero sin firmar, sin contrato, de boca. Y las palabras y los alcaldes, se los lleva el viento.
     El PGOU que no llegaba hacía que todo aquello fuera alegal, no se podía vender parcelas con escritura, algunos trozos seguían sin poder ser adquiridos por el Ayuntamiennto porque algún propietario, negándose a aceptar el trágala de la decisión unilateral de convertir rústico en industrial, dejaron en testamento que hasta sus nietos no pudieran vender las propiedades familiares.
     El polígono tiene una zona de servicios sin ocupar, añadiendo más patetistmo al lugar. Costó una pasta traer la línea de media tensión desde la subestación de La Cuesta hasta el Faldar rodeando toda la falda del Cabeço, y no se le saca el rendimiento esperado. Todo aquel esfuerzo se vería recomensado por una buena cantidad de puestos de trabajo, pero ni por esas. Cuatro industrias están ubicadas y el desembolso fue descomunal. Irrecuperable por muchos años.
     Ahora se habla de un tercer polígono industrial. El segundo está mal parido y a contramano, semivacío y desolado.
     El nuevo será de promoción particular, al menos estará en la mejor arteria (la carretera de Monóvar) y cerca de Pinoso. Será en otro salobrar, esta vez el situado entre Pinoso y Culebrón. Esperemos que no tarde mucho en contruirse. En el primer polígono no queda espacio y el del mármol no es apetecible. Aunque el tercero, con la puta crisis, veremos cuan largo me lo fiais, Sancho.

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