miércoles, 29 de febrero de 2012

Cuerpo a tierra

     Quiero comenzar una serie de entradas en "Recordatorios", sobre mi paso por la escuela nacional de mis primeros años, antes de comenzar mi periplo salesiano por Villena y Alicante.
     Tuve el privilegio de ser un alumno que inauguró el viejo San Antón, pero me voy a remontar a antes de esa fecha.
     Mi paso por las escuelas de D. Juan Ortega Pérez de los Cobos y de D. Joaquín Ruiz Prats, mis maestros en Pinoso, guarda un montón de anécdotas en mi recuerdo. De compañeros y amigos, que en el internado de la gélida Villena eran añorados, aunque allí hice otros muchos. No voy a recordar a todos, entre otras cosas porque muchos nos han dejado. Pero dejo constancia que me impactó la muerte del "Porcel" ahogado en la bassa de fanc de pitirri, a espaldas de las cuevas, en lo que hoy es la rotonde de entrada por la carretera de Yecla.
    Voy por la primera anécdota. Don Joaquín había vivido la guerra en primera persona, contaba en la escuela lo de la quinta del "biberón", aunque yo no lo entendí entonces. Lo que si recuerdo era su afición a izar y arriar bandera cantando el caraalsol y el prietaslasfilas a la entrada y salida del cole. Y que cuando se escuchaba una avioneta en vuelo bajo daba una voz: ¡cuerpo a tierra". Y todos los alumnos de la la escuela del Frente de Juventudes, en la calle Monóvar, nos escondíamos debajo de los viejos pupitres de madera. Cuando ya dejaba de escucharse el ruido del bimotor todo se reanudaba a la voz de: "ya ha pasado el peligro".
     Nosotros, de pantalón corto y baby guardapolvo, esperábamos a que pasados unos días, un nuevo "cuerpoatierra" nos animase la mañana de la escuela.
     Otra forma de animar el cotarro por parte de D. Joaquín, era hacer un círculo de alumnos, y paleta en mano, preguntar la tabla de multiplicar. Alguno aprendió a multiplicar las paletadas en su mano, de manera que no tenía frío en todo el día.
     Continuaré estros "recordatorios", porque hay para dar y vender.

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