jueves, 22 de marzo de 2012

La mitad del imperio

     Esta es una de las anécdotas más antiguas que me han contado. Nos remontamos a hace más de un siglo, calculo que hace ciento veinticinco años.
     Frasquito, el abuelo de Juliían el de la Caballusa, regentaba una pequeña tienda de ultramarinos en la que vendía comestibles y bebestibles al por menor. Entre los productos que exponía estaba el chocolate.
     La otra media parte de la anécdota: en Villajoyosa, la cuna del chocolate, se ha fabricado entre otras marcas el xoxolate de la Mare de Déu, con una imagen de la Virgen de las Nieves en el envoltorio y una leyenda que decía que era fabricado por Hijos de Marcos Tonda S.A. Este chocolate se ha vendido hasta hace nada en las tiendas, aunque ignoro si continúa en las estanterías. Pero de pequeño yo lo he comido. Y en la anécdota del cura Rubio con el exalcalde Perfecto fue nombrado en este blog.
     Pues bien, nos remontamos al principio. Marcos Tonda en persona era viajante de chocolate e iba por los pueblos vendiendo el preciado producto. Y se llegaba a la tienda del abuelo de Julián periódicamente a ofrecer chocolate. Hizo amistad de tantos años visitar Pinoso y llegadas unas navidades compraron un décimo de lotería a medias. La confianza hizo que el décimo se lo llevara Marcos Tonda a su casa. Antes un simple apretón de manos era un contrato entre caballeros y no hizo falta más papel.
     Pero la diosa fortuna hizo que el número del décimo fuera el del Gordo de Navidad de ese año. Frasquito estuvo esperando la visita del viajante para cobrar su mitad, pero no se produjo. Marcos Tonda no volvió a pisar el término municipal y la desidia hizo que el agraciado pinosero no cogiera un propio y se presentara a reclamar su dinero. Por lo tanto, todo quedó en manos de Marcos Tonda. Menos el importe del último pedido que al no volver por la tienda lo perdió
     ¿Fue con este dinero con el que consiguió su imperio? ¿La mitad del imperio es pinosera? Yo esto no lo se, porque no conozco más de la historia y porque ignoro de qué cantidad estamos hablando. Pero quede la anécdota reflejada en el anecdotario de este blog.

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