miércoles, 7 de marzo de 2012

La Tacucha

     En mi familia hay antepasados que merecen no quedar en el ostracismo. Y una prima de mi abuelo Rafael, es una de ellas.
     María Pérez Pérez, casada con "el Tacucho", era conocida en el Carche como María "l'alcalde" y cuando enviudó y vino a vivir a Pinoso -a la calle Pintor Albert, antes La Paz,- pasó a ser María "la Tacucha".
     Era una mujer de armas tomar, de pronóstico reservado, por eso su apodo de María "l'alcalde". Era de la familia de los "petanos", que eso también marca.
     Lo de armas tomar, aparte de ser una frase hecha, en la "Tacucha" era una verdad como un templo. Dormía con un revolver debajo del almohadón porque en su casa, decían, guardaba unes coxineres con bastante dinero.
     Era bajita y muy autoritaria. A mi madre le pedía habitualmente que la acompañara al banco de Monóvar donde tenía su cuenta corriente, no para sacar ni meter dinero, sino para ver si estaban allí sus ahorros. Venía a casa con asiduidad y yo la recuerdo como un personaje esperpéntico.
     Como tocaba en la época, era más franquista que el mismo Franco. Sus días acabaron en Castellón en casa de una sobrina que le prometió, a cambio de la herencia, que la llevaría a Madrid a ver en persona al Caudillo. María la "Tacucha" la creyó a pies juntillas y se fue a vivir con la sobrina que jamás, como era de esperar, la llevó a ver a Franco.
     En Pinoso ni en el Carche dejó legado alguno, ni incluso a Elisín, a quien crió desde pequeñita al fallecer su madre, una hermana de María. Bueno, miento, la sobrina de Castellón se acercó unos años después de fallecer María y le trajo a mi madre, por deseo expreso de su tia María, un saquito con cinco kilos de arroz. Eso fue todo.

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