martes, 29 de noviembre de 2011

Cuñar

     Trabajar en el Ayuntamiento no implica saber hacerlo todo, ni es conveniente. Por ejemplo: no había renovado nunca una demanda de empleo por internet. Y estando eventualmente en el puesto de mi compañero Pigua, se acerca una señora y me pide que le renueve la demanda. Sigo las instrucciones de Leticia, que sí había hecho este trámite, y poniendo un DNI y una clave que aportaba la señora en una hoja del SERVEF se emitía una nueva hoja, conviniendo una próxima comparecencia para dentro de tres meses. Por cierto, a los Ayuntamientos nos lo endosan todo, ventanillas únicas, servefes, juzgados (si tienes menos 7000 habitantes)...
    Me fijo en la hoja que sale por la impresora y veo que está a nombre de un varón, el marido de la señora que solicitaba el trámite, además con malos modales.
    Mi reflexión: Esta señora vino a suplantar a su marido, que probablemente estaría trabajando en la sumergida, aunque oficialmente en el paro. Y digo que vino a suplantar, porque el marido no estaba enfermo o impedido, ella misma reconoció que siempre hacía este trámite en su nombre.
     Y como este trámite se puede hacer desde cualquier ordenador, imaginé a un/a parado/a oficial suplantándose a si mismo/a desde su mesa de despacho, despachándose este trámite y ganando un par de miles al mes sin cotizar, ni descontar el IRPF.
    Nunca me creí la cifra oficial de parados, pero ahora, mucho menos.

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